Y pese a que las autoridades cada vez reaccionan de manera mas veloz y menos tolerante contra los productos milagro, siguen existiendo quienes creen que hoy por hoy ese es el modo de montar una empresa.
Por lo general se describe a los productos milagro como:
1. Son productos que prometen prevenir, mitigar o curar enfermedades pero que no lo hacen.
2. Engañan al consumidor con promesas falsas y argumentando tener propiedades que no tienen un sustento formal.
3. Generan la percepción de que al consumirlos no será necesario ni la consulta al médico ni el uso de medicamentos, solo el consumo de este novedoso y único producto.
4. Carecen de estudios de seguridad y en lugar de ello, argumentan que al ser "naturales" no hacen daño.
5. Por lo general la creencia de que con ellos se puede lograr una empresa es que "Genomma si pudo hacerlo y sigue vendiendo los productos que empezó a vender hace 15 años".
Si revisamos estos puntos uno por uno podemos ver la falacia en cada uno.
1. Simplemente no hay evidencia sólida de que un solo producto milagro haya curado una enfermedad, o que haya realmente podido prevenir algo. Los testimoniales que se ponen nunca corresponden a estudios serios en poblaciones representativas sino en unos casos a scripts mercadotécnicos o a casos de quienes no consideran que el efecto que sintieron es transitorio o se debe a otro cambio en su modo de vida.
2. "Pero si no digo que adelgaza no lo vendo". Entonces si lo que quieres es hacer un listado de promesas que garanticen la venta, hazlo. Siempre queda la posibilidad de hacer una extensiva búsqueda en revistas mediocientíficas y no muy formales o en investigaciones mas o menos serias donde hay evidencia no comprobada (y que por ello no es un fundamento sólido) de que la planta X o el compuesto Y PUDIERA tener la acción de quemar grasa en los sapos del pantano. Por supuesto habrían quedado pendientes los estudios en humanos para demostrar que lo hace en personas.
Pero si me salto esa última parte de que no hay estudios en humanos ya tengo el sustento de mi promesa de venta, ¿no?
Y ESO es lo que la gente compra. ¿Pues que los consumidores no tienen criterio? Porque se les trata como si fueran idiotas con este tipo de argumentos. Y para colmo, en la compra confirman que se comportan como tales.
3. Entiendo que a nadie le gusta ir al médico, no le vayan a decir que está enfermo. Pero ignorar la enfermedad no es un remedio. Claro que la muerte todo lo cura.
Suscritos a esta filosofía, está maravilloso comprar el producto que confunde los sintomas, disfraza la enfermedad y así se llega con mas comodidad a la curación final y definitva de todos los males. O sea a la muerte.
Parecería ridículo, hasta que recuerden a esa persona que no va a ver al médico porque "el que busca, encuentra".
Entonces tenemos que los productos milagro atienden a la tónica de "me espero a que se quite solo" y "tengo el remedio de la tia" como opciones válidas para hacer un suicidio lento.
4. No existe diccionario en parte alguna del mundo donde "natural" sea sinónimo de "seguro". En serio, la luz del sol es 100% natural y nadie que se haya llevado una quemada dirá que por ser natural no hace daño. Y no, no se multipilica por los contaminantes atmosféricos, aunque si puede verse afectada por las explosiones solares que al igual son 100% naturales.
Para tratar, curar, prevenir,mitigar o prevenir enfermedades se necesita una acción metabólica. Ya sea que se altere el funcionamiento del hígado para frenar la producción excesiva de colesterol, que se acelere el ritmo cardiaco para elevar la temperatura corporal y se queme grasa con ello, que se modifique la respuesta a la luz para inducir el sueño con mas rapidez, que se haga mas delgada la sangre para tener una mejor oxigenación en el cerebro, que se altere el sistema linfático para mejorar la respuesta inmunológica, que se modifique el equilibro hormonal para reducir sintomas de perimenopausia y de menopausia.
Ahora, si pensamos un poco mas en lo complejo de cualquiera de estas acciones a nivel del metabolismo del cuerpo donde una cosa siempre lleva a otra, debería saltar al sentido común que cualquiera de las acciones de arriba acarrea un posible efecto colateral.
Es decir que si el efecto primario es alterar el balance de estrógenos para combatir los síntomas de bochorno, habrá algún efecto colateral como pérdida de cabello o ganancia de peso, etc.
Por supuesto que al no existir estudios sobre el efecto principal del producto, pues tampoco los hay sobre el efecto secundario.
Y atendiendo a la filosofía de "si no lo veo no existe" entonces puedo afirmar en un anuncio que no se conocen efectos secundarios al producto.
5. Y en cuanto a una empresa que se dedicó a romper la ley por años y hoy por hoy vende productos con registro de medicamentos por lo que de algún modo tuvo que sustentar su acción, en lugar de pensar que el marco jurídico de hoy es el de hace años, un verdadero empresario debería considerar que por la manera en que estas empresas hicieron notar las deficiencias en la ley, las leyes se han modificado para que hoy no se puedan esconder en los huecos de aquellas épocas. Las empresas que aún hoy se consideran pioneras de los productos milagro no abrieron bvrecha para que hoy se multipliquen esos productos.
Al contrario, cerraron el camino a nuevas empresas dedicadas a vender aire enlatado. Para curar la tos.
Y ya después de todo este análisis, me da pena la mediocridad manifiesta de quienes sin conocer nada de nada de alternativas a la medicina tradicional, sin tener la menor idea de lo que es un proceso de enfermedad, sin repseto alguno a la investigación de nuevas alternativas para tratamiento de enfermedades en cualquier tipo de medicina (alopática o alternativa); creen que la manera de hacer un negocio perdurable es vender metiras mediante un guión con palabras grandilocuentes en internet o en televisión.
El daño logrado a las industrias de medicina alternativa como es la homeopatía, la medicina herbolaria, y a la que SI hace suplementos alimenticios, así como a los enfermos que lejos de curarse dejaron aumentar su padecimiento por consumir estas porquerías, y el descrédito de los presentadores de estas cosas, que para colmo juran por la vida de todos sus hijos que les creen y les funcionan, debiera ser motivo suficiente para que cayeran en el olvido y en el desuso.
Pero pese a todo, siguen apareciendo mugres de estas cada semana.
Que poca vergüenza del que para hacerse rico no repara en dañar a los demás.
Por ejemplo:
http://www.cofepris.gob.mx/Documents/NotasPrincipales/29082013.pdf
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